Renuncio
al intento de sobornar musas
con silencios perfulmados,
atardeceres amarillos,
o velas rojas
frente a una copa de vino,
Renuncio
a forzar la cerradura del alma
para extraer de su fondo
las palabras desquebrajadas,
humedas de llanto,
o ebrias de amor,
con el fin de lograr
dos o tres versos,
una o dos metaforas,
tres o cuatro
construcciones verbales
que constituyan
el curpo
de lo que algunos
llaman
poesia,
No voy mas,
'ni quiero'
a buscar la etiqueta
de poeta,
proporcionada
por los criticos de pacotilla,
que se cansaron
'como yo'
de pretender
vivir poeticamente,
y se convirtieron
el poetas frustrados
con oficio
de comentaristas baratos...
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