Yo
que tengo el derecho
inalienable
de encorvar la espalda
para hilvanar palabras,
para decir o desdecir
lo que siempre quise aprender
y lo que nunca
logre desaprender,
Yo
que tengo el derecho
de llevar en la solapa izquierda
un nido de pajaros
que tiemblan sobre mi pecho
cuando la vida
me sorprende
a la vuelta
de cualquier metafora,
en el medio
de cualquier verso
escrito
con tinta y sangre,
yo
que jamas he renunciado
a mi derecho humano
de sentir miedo,
de dejar caer
de mis dedos temblorosos,
palabras tituveantes
que desahogan
lo poco
que aun me queda
de corazon,
Yo
unico y multiple,
poblado de alter egos
de cielos e infiernos,
emboscado
por el ejercito
invisible
de los golpes certeros,
tenaces e infalibles
que el destino
me lanzo,
como flechas
envenenadas de odio,
infectadas de amor,
atisvadas de miedo,
yo
que jamas aprendi
a mentirle
al fantasma
retratado
en el espejo liquido de mi angustia,
yo
simplemente
humano,
inhumano,
habitanter del mundo,
poblado del inframundo,
dictador y caudillo
de las leyes
que me encadenaron
a ser lo que ahora soy
un simple
escribidor
de antiversos
sin fondo....
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